2.9.07

Pequeño como una patata


FOR Y'UR HEIGHT ONLY / THE IMPOSSIBLE KID


Eddie Nicart 1981 / 1982


Weng Weng

Tony Ferrer
Rodolfo "Boy" Garcia
Yehlen Catral


3/5

El diminuto Weng Weng y su escaso metro de estatura ostentan el honroso cargo de Agente Secreto Doble Cero en la Interpol. Título que parece no poseer validez a efectos prácticos, ya que el hombrecillo se encarga de mencionarlo a cualquier mujer que conoce como forma de romper el hielo. Lo cual es comprensible, porque, ¿qué gracia tiene ser un agente secreto si no puedes ir pregonándolo a los cuatro vientos?

Doble Cero se vale de sus múltiples talentos en su incansable lucha contra el crimen organizado. A saber: tirador certero, versado tanto en las artes marciales como en la lucha callejera (las patadas en los testículos están a la orden del día), gran conversador, experto en planear desde lo alto de edificios valiéndose de paraguas y sábanas, trepador urbano, seductor irresistible, conductor temerario y consumado bailarín. Y cuando todas estas cualidades son insuficientes siempre se puede echar mano de los utensilios de alta tecnología provistos por los servicios de investigación tales como sombreros voladores, gafas especiales para ver desnudas a las secretarias o bolígrafos mortíferos. Los recursos de Weng Weng para ejercer su profesión son ilimitados, al igual que su repertorio de expresiones faciales. Este trasunto de James Bond no incluye la palabra "compasión" en su vocabulario y suele asesinar a sangre fría a sus oponentes amparado por una cruel sonrisa.

For y'ur Height Only y su secuela, The Impossible Kid, cuentan con argumentos similares. En ambas organizaciones criminales emplean el secuestro de eminencias de diversa índole como método para alcanzar sus nefandos propósitos. Mientras que en la primera los villanos se asemejan más a una pandilla de gansters prototípica (liderada por un enano en las sombras, eso sí), en la continuación nos acercamos más a terrenos de fantasía gracias a un teatral líder vestido de nazareno. Pero no se confundan; las dos películas hacen alarde de una irrealidad pasmosa tanto en situaciones planteadas como en el desarrollo espaciotemporal de los hechos.

A juzgar por lo mostrado en estos filmes, Filipinas en los años ochenta hubo de ser un país curioso. Por lo pronto se deduce que para entrar a formar parte de una banda criminal era preciso adscribirse a un patrón tácito de uniformidad dentro de la aparente disparidad. Así en For y'ur Height Only los matones portan una camisa de vivos colores desabotonada hasta el ombligo para dejar al descubierto su pecho lampiño, mientras que en The Impossible Kid se rapan la cabeza al cero. La sutilidad con la que se transmiten al espectador estas reglas no explícitas forma parte de los logros de estas producciones.

Otro elemento a destacar es la fascinación de la mujer filipina por los hombres de escasa estatura y la forma que tienen de adularlos. "Eres pequeñito, como una patata" le dice una hembra al orgulloso Weng Weng. Quizás sea una cuestión particular únicamente aplicable a este agente secreto. Es tarea imposible resistirse a pellizcar sus mejillas y exclamar "¡qué chico tan mono!", justamente como si fuese un niño pequeño con la salvedad de que seguidamente se dan el lote con el piropeado. Pero a veces la seducción se produce a consecuencia de intrincados diálogos repletos de ingeniosos dobles sentidos como el siguiente:


- Mujer (vestida con una toalla amarilla): "Eres una gran persona, ¿lo sabes?"
- Doble Cero: "Conoces el dicho. No es el tamaño, sino cómo lo usas."
- Mujer: "Sí, pero... ¿eres un animal sexual?"
- Doble Cero (inocentón): "No lo sé."
- Mujer: "Estoy loca por ti, Doble Cero. Quizás sea por la forma en la que te meneas. El sexo es como el tequila. Un sorbito y te pierdes."
- Doble Cero: "¿Nos lo montamos?"
- Mujer: "Sí, querido. ¡Muestra tu cuerpo!"


A menudo la responsabilidad de llevar la iniciativa, fundamentalmente al irrumpir en las casas de completas desconocidas cuando están durmiendo o duchándose, le corresponde al enano. En estos casos las mujeres también se muestran receptivas y no pueden evitar ceder ante la insistencia del minúsculo cuerpo. Besar o ser besadas es una distinción que carece de importancia.
Claro que los machos tampoco son indiferentes a los encantos de Weng Weng. Queda patente cuando tras saltar de un edificio planeando con una sábana y caer en brazos de un hombre hisurto y obeso que se encontraba nadando en una piscina, éste no puede evitar balancear al regalo caido del cielo y colmarlo de alabanzas entre gemidos de auténtico gozo.

Filipinas. Posiblemente el lugar de la Tierra donde los criminales más se asemejen a los masillas de los Power Rangers. Por una parte se crean por generación espontánea. Da igual el lugar en el que esté Doble Cero, ya sea tomándose un refresco, en una discoteca o en un hotel, allí aparecerán sus enemigos como por arte de magia. Además avanzarán hacia él corriendo sin ton ni son (muchas veces en grupo) para constituir un blanco fácil para el pequeño pistolero (que por otra parte, poca necesidad tiene de ello porque nunca falla el objetivo). Y cuando han de agredir físicamente a Weng Weng, preferible a dispararle puesto que su puntería es nula, tienden a cogerlo en brazos para permitir que éste ejerza todo tipo de acrobacias sobre sus cráneos y partes nobles. Peor es cuando atacan haciendo uso de técnicas de subterfugio, porque su brillante idea del engaño es travestir a un masculino filipino de ancha espalda y aproximarlo a sus víctimas cargado de granadas.
Tan sencilla y rutinaria se vuelve la tarea del Agente Secreto, que para animarla acostumbra a deslizarse por el suelo y realizar todo tipo de saltos y piruetas gratuitas mientras los neutraliza. Tampoco es que susciten gran emoción, pero al menos algunas superficies públicas quedan más limpias debidas a la fricción con las vestimentas del enano. Esa responsabilidad cívica es siempre algo a agradecer.

En un mundo en el que cada vez se hace más complicado encontrar modelos de conducta válidos, ¿por qué no tomar nota del proceder de este personajillo entrañable? Llegar a los extremos de adoración profesados por la cantante del tema principal de The Impossible Kid es, a todas luces, excesivo (prueben a entonar el estribillo en voz alta y sabrán a qué me refiero), pero seguro que ha de existir un término medio.

Weng Weng en Youtube

6 Comments:

Blogger Unknown said...

Lo de resbalar debe ser algo en los genes de los longitudinalmente disminuidos porque yo tuve un profe de religión bastante bajito que se dedicaba a correr por los pasillos del instituto y frenar resbalando en plan Fred Astaire tras una doble pirueta en el aire. Y esa foto donde la cabeza de la chica mide lo mismo que el heroico diminuto no tiene precio, oiga.

4:26 p. m.  
Blogger Javier Arriola said...

Esto si es cine de calité y los demás son tonteridas... Aparta Lars Von Trier.

5:18 p. m.  
Blogger Disipated Kid said...

Joer, me ha dado por pensar en Sheena Easton cantando "For Your Height Only" y me he descojonao.

9:57 p. m.  
Blogger Caronte said...

sin pies ni cabeza...una auténtica "must see", me encanta vuestro blog, tb comparto vuestra afición por las bizarradas, os leeré con frecuencia. 1 abrazo.

11:55 p. m.  
Blogger octopo said...

Las peripecias de este gran hombre, del gran agente secreto filipino, las tengo en Inglish, siempre que vienen colegas a casa les amenizo la reunion con las aventuras del gran Weng Weng, el descojone es total.

¿por cierto sabes de subs en castellano para esta obra de culto?

12:03 a. m.  
Blogger superdiscochino said...

No, lo siento.
Yo también las vi en inglés.

Un saludo.

3:09 p. m.  

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