Un futuro mejor
IL MONDO DI YOR
Antonio Margheriti, 1983
Una de las posibles lecturas de Conan, el bárbaro creado por Robert E. Howard para las páginas de la mítica revista Weird Tales, es que la voluntad y el esfuerzo humano prevalecen sobre lo irracional, restableciendo así el orden natural de las cosas. A través de numerosas aventuras el cimmerio impone su superioridad física, pero también su lógica, en un mundo dominado por lo sobrenatural e inexplicable hasta el punto de erradicar de él todo brote de locura.
No es el caso de Yor. Este musculoso caballero deambula por la Tierra dejando única y exclusivamente destrucción nihilista tras de sí a ritmo de pop ochentero prefabricado. Sin explicaciones, sin sentido. Empezando por los mismos cánones estéticos (esa melena oxigenada propia de una fantasía heavy), y terminando por las distintas civilizaciones con las que va tomando contacto a lo largo de su odisea. Conocer a Yor implica que tanto tu hogar como el de tus seres queridos se verán irremediablemente reducidos a escombros en breve. Tanto da si se trata de una caverna excavada en la montaña, una idílica comunidad establecida en la playa o una edificación futurista de alta tecnología. Mientras Yor trata de reconstruir su pasado, de manera irresponsable destruye el presente.
Esta dinámica resulta contagiosa, y diversos personajes se verán atrapados en el maelstrom de acontecimientos desatado por el bárbaro. Entre ellos un par de nativos cuya comunidad se ve destruida por la fatalidad que acompaña a Yor, a pesar de lo cual le profesan una lealtad inquebrantable. Incluso cuando el plan de rescate de unas paisanas sometidas a cautiverio puesto en práctica por el héroe se salda con la muerte de todas ellas por ahogamiento. El genocidio de su pueblo debido a la torpeza de Yor no es suficiente para que estos le den la espalda a su nuevo amigo. Al menos en el caso de la inmaculada Ka-Laa se comprende tal devoción, pues su deseo por el apuesto joven queda patente cuando le dedica un sensual baile mientras éste apaga su sed. Y trabajo le costará ganarse los favores del muchacho; su inconsciencia no se limita a la aniquilación de vidas humanas, sino que por el camino se quedará prendado de varias hembras olvidando por completo el compromiso sentimental sellado con Ka-Laa. Momento de recordar a navajazos el concepto de posesión exclusiva entre féminas.
Frente a esta corriente de negatividad, Il Mondo di Yor no desaprovecha la ocasión para enseñar unos conocimientos útiles al espectador. Gracias al filme sabemos que beber la sangre de tus enemigos (aunque estos se compongan de paper mâché) te hace más fuerte, que planear con las alas de un pterodáctilo o las acrobacias circenses son medios eficaces de transporte, o que el futuro de la raza humana implicará una cantidad importante de hombres afeminados y robots que caminan como si tuviesen irritada la zona anal. Sin duda, una perspectiva que permite que miremos al mañana con optimismo.
"Un hombre del futuro, un hombre de misterio." promete el pegadizo tema principal de la película mientras Yor corre en taparrabos por un área desértica sin saber muy bien hacia dónde dirigirse. Nosotros tampoco lo sabemos, pero tus andanzas nos mostrarán el camino, oh, Yor.
Antonio Margheriti, 1983
Una de las posibles lecturas de Conan, el bárbaro creado por Robert E. Howard para las páginas de la mítica revista Weird Tales, es que la voluntad y el esfuerzo humano prevalecen sobre lo irracional, restableciendo así el orden natural de las cosas. A través de numerosas aventuras el cimmerio impone su superioridad física, pero también su lógica, en un mundo dominado por lo sobrenatural e inexplicable hasta el punto de erradicar de él todo brote de locura.
No es el caso de Yor. Este musculoso caballero deambula por la Tierra dejando única y exclusivamente destrucción nihilista tras de sí a ritmo de pop ochentero prefabricado. Sin explicaciones, sin sentido. Empezando por los mismos cánones estéticos (esa melena oxigenada propia de una fantasía heavy), y terminando por las distintas civilizaciones con las que va tomando contacto a lo largo de su odisea. Conocer a Yor implica que tanto tu hogar como el de tus seres queridos se verán irremediablemente reducidos a escombros en breve. Tanto da si se trata de una caverna excavada en la montaña, una idílica comunidad establecida en la playa o una edificación futurista de alta tecnología. Mientras Yor trata de reconstruir su pasado, de manera irresponsable destruye el presente.
Esta dinámica resulta contagiosa, y diversos personajes se verán atrapados en el maelstrom de acontecimientos desatado por el bárbaro. Entre ellos un par de nativos cuya comunidad se ve destruida por la fatalidad que acompaña a Yor, a pesar de lo cual le profesan una lealtad inquebrantable. Incluso cuando el plan de rescate de unas paisanas sometidas a cautiverio puesto en práctica por el héroe se salda con la muerte de todas ellas por ahogamiento. El genocidio de su pueblo debido a la torpeza de Yor no es suficiente para que estos le den la espalda a su nuevo amigo. Al menos en el caso de la inmaculada Ka-Laa se comprende tal devoción, pues su deseo por el apuesto joven queda patente cuando le dedica un sensual baile mientras éste apaga su sed. Y trabajo le costará ganarse los favores del muchacho; su inconsciencia no se limita a la aniquilación de vidas humanas, sino que por el camino se quedará prendado de varias hembras olvidando por completo el compromiso sentimental sellado con Ka-Laa. Momento de recordar a navajazos el concepto de posesión exclusiva entre féminas.
Frente a esta corriente de negatividad, Il Mondo di Yor no desaprovecha la ocasión para enseñar unos conocimientos útiles al espectador. Gracias al filme sabemos que beber la sangre de tus enemigos (aunque estos se compongan de paper mâché) te hace más fuerte, que planear con las alas de un pterodáctilo o las acrobacias circenses son medios eficaces de transporte, o que el futuro de la raza humana implicará una cantidad importante de hombres afeminados y robots que caminan como si tuviesen irritada la zona anal. Sin duda, una perspectiva que permite que miremos al mañana con optimismo.
"Un hombre del futuro, un hombre de misterio." promete el pegadizo tema principal de la película mientras Yor corre en taparrabos por un área desértica sin saber muy bien hacia dónde dirigirse. Nosotros tampoco lo sabemos, pero tus andanzas nos mostrarán el camino, oh, Yor.
Il Mondo di Yor en YouTube
3 Comments:
No me quiero ni imaginar cómo tiene que ser ésta película.
Hasta el nombre del personaje da risa, Yor.
¡¡Saludos!!
Un melena oxigenada y escandalosisimamente cardada. Menudo temazo de peli y si ya me cuentas que el aderezo musical lo compone todo lo olvidable del genero musical de los 80, se hara de obligada vision. Pur cierto, amicco, ¿has visto Evil Aliens? A mi me ha hecho gracia. Esa mezcla de Tarregas e Iker Jimenez con el que cuenta de protagonista femenina es la pera limonera asi como el resto de la cutre scooby pandilla que tiene cada uno lo suyo y el trio paleto del terror en la tierra. Simpatica.
Un saludote, Meka.
Interesante cinta de la cual habia leido, habrà que verla pues quiero ver cintas de Antonio Margheriti, me interesa mucho, gracias por la informacion.
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