14.1.07

El gusano, el modelo y el ejecutor

ANNIYAN

S. Shankar, 2005

Ambi
no puede dar crédito ante el continuo desprecio por las leyes y el respeto humano que observa a diario con la regularidad de una dieta rica en fibra. La India ha caído hasta extremos muy profundos y el deterioro ético de sus habitantes amenaza con corroer los endebles cimientos del país. Ni siquiera bajo su condición de abogado es capaz de aportar un rayo de esperanza que ilumine unas funestas perspectivas de futuro. Como tampoco logra encauzar su relación sentimental con Nandini, ya que la joven no tolera el estricto código moral que rige el comportamiento de Ambi. Así pues, el abogado se enfrenta a un fracaso personal a distintos niveles del que tan sólo comenzará a salir tras la toma de contacto fortuita con una misteriosa página web dedicada a la denuncia de los infractores anónimos. Por razones ignotas, dicha experiencia servirá de revulsivo para que aspectos ocultos de la personalidad de Ambi tomen apariencia y voz propias campando a sus anchas con el fin de alcanzar los objetivos que se le niegan al pusilánime hombrecillo. Surge Anniyan, encargado de ejecutar a los pecadores bajo los sádicos parámetros del Garuda Puranam, y Remo, ligón poseedor de una autoconfianza desbordante que raya en la arrogancia. Ambos triunfan en sus respectivas áreas de acción, pero el pobre Ambi es más desdichado que nunca. Y para colmo de males su peinado no le favorece en absoluto. Ni siquiera hace juego con la línea vertical que lleva dibujada en la frente.

El cine hindi de Bollywood se caracteriza por unos argumentos disparatados servidos en bandeja con el condimento de unos numeros musicales igualmente extravagantes, pero de visionado tan liviano como estimulante. A juzgar por títulos como Anniyan, el ignoto cine tamil se mueve por las mismas coordenadas. No obstante, en esta ocasión se aprecia un plus de bizarrez que habla muy a favor de la película. Lo cierto es que la contenida hora inicial (de las tres que integran la cinta; lo habitual en Bollywood) hace poco por advertir al espectador de lo que le espera durante el resto de función. Tanto el argumento como las escenas de baile, insertadas más que integradas en la trama principal, discurren por el terreno de la comedia romántica y apenas se deja entrever algún que otro detalle que escape de la total mediocridad. Pero el recorrido del filme carece de frenos y se esfuerza en ir más allá a cada minuto. Tras la aparición de Remo las coreografías se vuelven cada vez más osadas y anticonvencionales según criterios occidentales, mientras que Anniyan perfecciona su (imposible) repertorio de golpes y piruetas culminando en una memorable escena desarrollada en una escuela de artes marciales deudora de obras como Kill Bill o Matrix Reloaded sin renunciar a su idiosincrasia. Si los espectadores no están interesados en los límites de la credibilidad, las películas, por ende, tampoco. Lo cual es motivo de celebración, por supuesto.

Mención aparte merecen las letras de las canciones interpretadas por Remo. Simplemente inclasificables, mas contagiosas como un virus que se apodera del centro de raciocinio. Sus líneas exhiben un absurdismo casi dadaísta no exento de su cota de genialidad. ¿Ejemplos? Remo trata de conquistar el corazón de la bella Nandini vendiendo su persona de la mejor manera posible: "Mi cuerpo es álgebra y se reencarnará en ameba". ¿Qué chica no caería rendida a los brazos del galán que adujese semejantes argumentos? Y cuando la chispa del amor brota entre ambos, le canta a su amada: "Nuestros ojos se encontraron. Eres de La Mafia. ¿Un café capuccino? ¡Sofia! ¡Nokia! ¡Sofia!" Ante lo cual uno sólo puede menear la cabeza y asentir al son del machacón ritmo de fondo.
Conviene aclarar que no todo es digno de elogio en Anniyan. A un moroso comienzo se le suma una mecánina de sustitución de personalidades que al final del extenso metraje se torna cansina. Por otra parte el humor es muy elemental y no entiende de sutilidad o de dobles sentidos. Pero el principal escollo que encontrará el espectador potencial es el mismo guión con su ridículo planteamiento y desarrollo. Cuestión por la que un sector, minúsculo dependiendo del contexto, la encontrará irresistible. Ya saben. Lo que para algunos son baratijas, para otros tesoros. Los hay quienes prefieren una hamburguesa al caviar y los hay capaces de alternar ambos (sin embargo, espero, no de combinarlos). No faltan adeptos a la Teoría Circular del Arte, aunque he de reconocer que estamos en franca minoría frente a la mayoría absolutista.

4 Comments:

Blogger Evil Preacher said...

Encantado de verte de vuelta por aquí :)

2:52 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

encantado de ver tu blog , te saluda un indio sin pluma jajajaj ,

12:51 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

encantado de ver tu blog , te saluda un indio sin pluma jajajaj ,

12:51 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

encantado de ver tu blog , te saluda un indio sin pluma jajajaj ,

12:51 p. m.  

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