2.7.06

El Blade televisible


El episodio piloto de la serie televisiva de Blade producida por Spike TV ha reunido una audiencia de casi dos millones y medio de espectadores, superando así las previsiones más optimistas tras el descalabro de la tercera incursión fílmica del personaje (Blade: Trinity, David Goyer 2004). A priori la serie contaba con el grave inconveniente de encontrar un sustituto convincente al endiosado Wesley Snipes y muy probablemente el episodio piloto no terminará de complacer a los que ven a un Blade blandito en Sticky Fingaz. Añadiría, además, que el rapero a duras penas aguanta el tipo como actor a secas, pero algo tienen que haber apreciado en él los encargados del casting para justificar su elección.

En cuanto a lo que ha dado de sí la primera entrega, pocas conclusiones pueden extraerse a falta de un mayor desarrollo de los acontecimientos. Si el episodio piloto es indicativo de lo que está por llegar, Blade no será más que el (bidimensional) pilar de un reparto en el que cobra especial protagonismo el personaje de Krista Starr, una suerte de Lara Croft con colmillos. También destacan los antagonistas de la historia, Marcus Van Sciver y Chase, pertenecientes a la Dinastía de Chthon, uno de los múltiples linajes vampíricos. Marcus promete ser uno de los personajes más complejos de la serie (aunque estando implicado David Goyer en los guiones nunca se sabe) y Chase aporta el toque de espontaneidad (e, intuyo, muy de moda bisexualidad) del que el resto del elenco carece.

Entre los aspectos positivos figura la sorpresiva presencia de Randy Quaid y una conexión, aunque sea tenue, al Universo Marvel del que Blade es originario. Por lo pronto se hace mención a Marc Spector y a la altura del capítulo cinco se espera la aparición de un villano conocido por los aficionados al cómic.
Sin embargo, las coreografías en las secuencias de acción necesitan mejorar con urgencia, pues su lentitud y nula contundencia están muy por debajo de lo visto en shows similares como Angel. Pero el mayor reproche que le encuentro a la producción es su absoluta falta de sentido del humor y, en términos generales, de chispa en el texto. Cualquier avance en estos dos puntos clave puede dar lugar a una serie no ya imprescindible, más sí lo suficientemente interesante como para hacer llevaderas las noches del miércoles (o las del jueves / viernes, en caso de que seamos usuarios de "la mula").

3 Comments:

Blogger superdiscochino said...

Tienes toda la razón del mundo y parte del extrarradio.

Un saludo.

6:27 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

El problema de partida es que Snipes era Blade, con toda su tontería y bobadas incluidas (en especial en Trinity). Snipes tenía una carrera como actor y además sabía artes marciales desde hace años, dos puntos en contra del nuevo protagonista, raperillo de turno. Si fallan las katas, vaya patata.

3:40 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Qué ascorrr...

11:56 a. m.  

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