22.6.06

Garabatos en familia

DUMBLAND

David Lynch, 2002

La página oficial del director de Montana David Lynch ofrece una cantidad limitada de material original, pero el existente resulta un manjar muy jugoso para los aficionados al autor de Blue Velvet (1986). Entre los contenidos destacan el corto Darkened Room, y las miniseries Rabbits (protagonizada por Naomi Watts y Laura Harring, pareja interpretativa de Mulholland Drive, enfundadas en disfraces de conejo) y Dumbland. Ésta última consiste en ocho episodios cortos (unos cinco minutos de duración) desarrollados con tecnología flash por el propio Lynch, que asume prácticamente todas las tareas del proceso creativo: guión, dirección, dibujo a ratón, voces y música.
Algunos apuntarán que eso explica la calidad de la obra… y otros la ausencia de ella.

El planteamiento de Dumbland es tan sencillo como los argumentos de sus capítulos. Básicamente se narran las vivencias de una familia disfuncional norteamericana (nada que ver con Los Simpsons) en una serie de viñetas minimalistas que explotan un humor absurdo, en ocasiones lidiando con el puro surrealismo.
Si fuese necesario señalar a un protagonista, este sería el padre de familia; un palurdo seboso y calvo que cuando no está eructando o evacuando gases (lo cual acostumbra a hacer ante cualquier situación) le propina unas palizas de muerte a su histérica mujer. También ronda por la escena su irritante hijo, apenas un globo con cuatro extremidades como barras de pan, y el espástico Tío Bob, poseedor de una repertorio de gases, vómitos, patadas y golpes que aumenta por segundos.
Las “aventuras” mostradas no hacen alarde de gran diversidad y la mayoría giran entorno a algún problema cotidiano, ya sea relacionado con el funcionamiento de electrodomésticos, que le proporcionarán serios quebraderos de cabeza al involucionado padre, o con incomodidades ocasionadas por agentes externos (un vendedor de seguros) e internos (ruidos insufribles, insectos…).

Lynch no es un dibujante particularmente agraciado y para más inri hace uso de una técnica desvaída que no entiende de proporciones o perspectivas. Sin embargo, sus diseños exudan carisma por los poros y se complementan a la perfección tanto con los chistes escatológicos como con los más desconcertantes. Podría decirse que el humor de Dumbland se corresponde a una versión para el proletariado del de sus filmes (siempre presente, incluso en los títulos más oscuros).

Si lo desean, pueden ver dos de los cortos pinchando aquí. Advierto que es necesario gozar de un conocimiento del inglés oral moderado para sacarle todo el partido, lo cual, espero, no constituya un impedimento para nadie. Sería una pena que se perdiesen la primera entrega, posiblemente lo más desopilante que he visto en eones. Claro que el numerito musical del último capítulo no le anda a la zaga.

6 Comments:

Blogger kuroi yume said...

Me pongo a ello ahora mismo.

No sé si ha visto "Rabbits", pero a mí, tras verla, me dejo muy aturdido. Si las obras comerciales de Lynch ya son célebres por descolocar, las obras personales son lo más.
Le dejo el link a mi reseña por si le interesa:

http://yumekuroi.blogspot.com/2006/06/three-rabbits-live-with-fearful.html

8:06 a. m.  
Blogger superdiscochino said...

Vengo de leerla. Sí, mis impresiones sobre Rabbits son similares.

Desde luego, su visionado epata considerablemente y eso es algo que no puede pasarse por alto, pero cabría preguntarse si detrás hay algo más que un simple (es un decir) ejercicio de estilo.
No sé si le habrá pasado a usted, pero en mi caso conforme avanzaban los episodios el efecto de las risas enlatadas desincronizadas perdía fuerza.

En cualquier caso, es una experiencia hipnótica como pocas y sirve como un excelente aperitivo a la esperada Inland Empire, también rodada con vídeo digital.

Saludos.

3:51 p. m.  
Blogger superdiscochino said...

Vengo de leerla. Sí, mis impresiones sobre Rabbits son similares.

Desde luego, su visionado epata considerablemente y eso es algo que no puede pasarse por alto, pero cabría preguntarse si detrás hay algo más que un simple (es un decir) ejercicio de estilo.
No sé si le habrá pasado a usted, pero en mi caso conforme avanzaban los episodios el efecto de las risas enlatadas desincronizadas perdía fuerza.

En cualquier caso, es una experiencia hipnótica como pocas y sirve como un excelente aperitivo a la esperada Inland Empire, también rodada con vídeo digital.

Saludos.

3:51 p. m.  
Blogger Andrés Mego said...

Buen Blog. Me gusta su selección de peliculas, realmente inusuales. Veré "Rabbit" a ver qué tal.

Saludos
Andrés

5:57 p. m.  
Blogger superdiscochino said...

Muchas gracias, Andrés. Espero que vuelva por aquí.

Un saludo.

9:56 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

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7:53 p. m.  

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