17.5.06

Superman, el Esqueleto Humano y la violencia de género


KILINK ISTANBUL'DA

Yilmaz Atadeniz, 1967

Yildirim Gencer
Irfan Atasoy
Suzan Avci
Pervin Par

2,5/5


Turquía
posee una admirable tradición, hoy en día en desuso, consistente en apropiarse de los mayores iconos del mundo occidental para pasarlos por su distintivo filtro, ilegítimo pero deliciosamente pop. Lejos de limitarse a un mero saqueo, las turkploitations roban imágenes e ideas y las sitúan en nuevos contextos, en ocasiones contrapuestos a los planteamientos originales. Así, por ejemplo, en la celebrada 3 Dev Adam (T. Fikret Uçak, 1973) el amistoso vecino Spider-man se convierte en un sanguinario malhechor que deberá hacer frente al azote combinado del Capitán América y El Santo.
Kilink Istanbul’da, sin embargo, opta por respetar los arquetipos de sus dos personajes principales: Kilink, trasunto del villano Killing, y su adversario, el bautizado con escasa imaginación Superhéroe (resultante de combinar elementos de Superman y el Capitán Marvel).

Para los no familiarizados con el fumetti padre, Killing es un despiadado maestro criminal cuya seña de identidad más importante es su esquelética apariencia. Las cubiertas de este foto-cómic llaman la atención de inmediato por lo estrafalario del atuendo del personaje y por la profusión de indefensas mujeres en ropa interior expuestas a ser… ¿torturadas? Un magnífico espectáculo difícil de imaginar en estos tiempos de corrección política, aún teniendo en cuenta que los interiores no iban mucho más allá de lo prometido por las sugestivas portadas.

Conviene no confundir a Killing con el similar (y precedente) Kriminal o con Satanik, nombre que en Francia recibió Killing pero también de otro fumetti bien distinto protagonizado por una versión remozada del Doctor Hyde modalidad femenina.
¿Confusos? De ser el caso aconsejo visitar el siguiente enlace y salir de dudas definitivamente. Antes de abandonar el lugar asegúrense de recrearse con las ilustraciones que el excelente artista Horacio Altuna dibujó para una edición extranjera del “tebeo”.

Volviendo al filme que nos ocupa, merece la pena realizar un somero repaso por los sucesos acaecidos en el mismo, algo de lo que Hijo del Celuloide no acostumbra a abusar, a fin de que el espectador potencial conozca con exactitud a lo que se expone. Y es que quien espere cliffhangers dramáticos o sorprendentes giros argumentales no los hallará en esta producción. Por el contrario, quien busque macizas turcas en bikini, torturas por estiramiento y hombres en pijama entendiéndose a hostiazo limpio no se verá amedrentado por haber leído previamente este texto. Más bien al contrario.

La acción se inicia con una caravana de coches que avanza a toda velocidad (la misma que se imprime al desarrollo de la película) hacia una casa. Los viajeros entran portando un ataúd que contiene una momia a la que se le inyecta un líquido que la hace revivir. Mientras, a la izquierda, un señor gesticula como si tuviese un insecto metido en los calzoncillos. Retirados los vendajes, asoma la fea calavera de Kilink que sin perder un segundo se pone a dar órdenes a sus secuaces.
Ni un “gracias” ni un “la muerte es una amante desconsiderada”. Las resurrecciones ya no son lo que eran.

En otro lugar un par de jóvenes juegan al ping pong bajo la atenta mirada de una adolescente en bañador. Intercambian frases incongruentes sobre el amor y el papel de la mujer en la sociedad actual cuando les interrumpe un grupo de hombres mayores (científicos o doctores, presumiblemente) que anuncian que “el proyecto está terminado”. A continuación los hombres y la adolescente dialogan:

- ¿Cuándo iremos a la luna, tío?

- Cuando tu padre se ate los zapatos.

Tomen nota: viajar a la luna con los zapatos desatados es un papelón a evitar.

Kilink entra en escena arrasando con todo a su paso, y, mediante un inusual camuflaje (¡una máscara humana sobre su máscara de esqueleto!), llega al laboratorio del Dr. Houloussi para exigirle una fórmula que le permitirá dominar el mundo. Mala suerte, pues el Doctor ya la ha usado para curar el cáncer.
Ante el imprevisto, Kilink comienza a recitar un largo monólogo en el que confiesa querer decidir sobre los alimentos que ingiere la gente y dictaminar los patrones de la moda mundial (lo cual supone muy probablemente un boicot a las camisas y pantalones a favor de cómodos pijamas). Al terminar dispara con misericordia al científico y roba unos documentos (que contienen una versión incompleta de la fórmula, como más tarde descubrirá) de una caja fuerte. Antes de expirar escribe con su sangre el nombre de su verdugo, lo cual pone en situación a policía y familiares.

El hijo del fallecido, de nombre Orhan, jura vengar la muerte de su padre frente a su lápida. Inmediatamente después se produce una explosión ante la cual el hombre se gira como si un colega le estuviese llamando por su nombre. Pero quien allí aparece es una especie de Alan Moore con aires escoceses que se proclama Shazam Boloum, protector de la justicia y vengador de los que defienden el mal. Boloum le confiere un poder sobrehumano al joven que tendrá que pronunciar la palabra “Shazam” para que, tras otra explosión un tanto chunga, adquiera dichas habilidades y un disfraz bastante homoerótico. Tan sólo falta probar la efectividad de la operación, para lo cual le conmina a levantar una losa de cartón piedra. ¡Funciona!
Con la misma expresión de quien vuelve a casa tras haber comprado el pan, Orhan regresa a su estado normal.

Pero los secuaces de Kilink no pierden el tiempo y acuden a la casa del Doctor en busca de la parte restante de la fórmula. Por el camino se encontrarán a las mujeres del principio a las cuales reducirán con técnicas de bondage sin que el recién llegado Orhan pueda hacer algo por impedirlo. Hasta que se transforma en Superhéroe, claro está. En este estado no le cuesta mucho deshacerse de los malhechores recurriendo a una suerte de salto del tigre como ataque predilecto.

De todas formas, el objeto de deseo no se hallaba en el lugar inspeccionado, sino en posesión de un doctor amigo de la familia. Dato que llegará a los oídos de Kilink.
En seguida se persona en casa de la asistenta del profesional y la encuentra haciendo un strip-tease frente al espejo (la clase de actividades que las mujeres acostumbran a hacer cuando nadie las está mirando). El criminal demuestra ser muy poco generoso y aborta el espectáculo justo cuando la mujer iba a despojarse del sujetador. Le espeta que si accede a ayudarle “te satisfaré de una forma que el profesor es incapaz”. Ella no se convence; saca una pistola del cajón y fríe a balazos al intruso. Es inútil, no tiene efecto alguno. Entre carcajadas Kilink confiesa haber entrado antes y quitado la munición del revolver (no pregunten el motivo). Incluso exclama orgulloso: “¡Esta es mi inmortalidad!” (Menuda chorrada de inmortalidad, si me permiten la observación).
Entonces el esqueleto abofetea a la mujer y le advierte que tiene otros medios para garantizar su colaboración. Pronto comprobamos a qué se refiere, pues comienza a besarla primero haciendo frente a resistencia y después recibiendo un pasional entusiasmo a cambio.

Tomen nota: los hombres rudos en pijama son irresistibles.

De ahí al final de la película atestiguaremos diversos pasajes de los cuales rescatamos los siguientes:

1) Los vuelos de Superhéroe, en la clásica postura horizontal de brazos extendidos sobre unas nubes superpuestas que se mueven de izquierda a derecha.
2) El sadismo de Kilink hacia las mujeres, a las que tortura sin piedad mediante estiramientos en una rueda gigante o fustigándolas a latigazos (recurso menos imaginativo, pero siempre socorrido).
3) La guarida del villano, escondida en el interior de una montaña. Los lacayos que tiene empleados en el complejo son de lo más formal. Ellos con una "K" gigante bordada en la camiseta para que todo el mundo conozca a nómina de quien están. Ellas en un bañador de dos piezas para lucir palmito.
4) La atropellada conclusión repleta de cabos sueltos, rematando en un letrero que reza “1. Bölüm Sonu
Debido a mi ignorancia lingüística no tengo ni idea de qué puede significar, pero apuesto a que no se trata de un mensaje de paz y buena voluntad.

A todos aquellos familiarizados con los filmes de El Santo o, por extensión, con la inmensa filmografía dedicada al necesario subgénero de lucha libre mexicana les sonará la cantinela entonada por Kilink Istanbul’da. Tenemos unos personajes pintorescos, ataviados con ropajes inclasificables, guiones en los que se simplifica hasta dejar sólo las espinas, y una ingente cantidad de manporros convenientemente diseminados a lo largo de la historia. Desgraciadamente, puestos a seguir con la comparación, ni Kilink ni Superhéroe poseen el carisma de El Santo o Blue Demon, por lo que el producto queda bastante descafeinado y estrambótico. También disfrutable, sí, pero a un nivel distinto.

Por otra parte, en esta cinta, notoriamente deteriorada por el paso del tiempo como se puede apreciar en las fotos adjuntas, la concatenación de acontecimientos se produce a velocidades superiores a lo habitual en el cine mexicano; aspecto magnificado por un montaje abrupto y, en ocasiones, desconcertante. Además se parte de que el espectador conoce al personaje y se obvian aspectos básicos de su idiosincrasia. Lo cual entorpece su disfrute pero potencia la sensación de (agradable) extrañeza.
En cualquier caso, un título que cuenta con un desfile de bellas mujeres turcas en bikini goza de mi aprobación instantánea. Así de excelso es mi estándar.

15 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Joer, cuando ví la foto del anterior post pensé que era una película de procedencia mexicana. Jamás pensé que podría ser una turkplotation o kebap-explotaition. Por cierto, el concepto "macizas turcas en bikini" me resulta un poco difícil de digerir: parece que van a salir extras de "El Expreso de Medianoche" en bañador o algo así.

La peli está cascada, sí.

Saludos.

P.D: Aconsejo la versión turca de "E.T". La escena de las bicis es... ¡¡BESTIAL!!

1:14 p. m.  
Blogger superdiscochino said...

Muchas gracias, Al.
Que te maldigan de vez en cuando siempre viene bien.

Gibarian, tengo pendiente de ver esa de E.T.
La que es totalmente desolpilante es la versión turca de Star Wars. Aunque es bastante probable que ya la hayas visto.

1:31 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Sip, aunque no entera. Quizás algún día me dé por pedirsela a mi mula Emilia con subtítulos en castellano, si es que los hay.

¡Versión turca de "2001: Una Odisea en el Espacio" YA!

1:45 p. m.  
Blogger Unknown said...

Yo le pido al señor Superdiscochino, una reseña para este blog de 3 dev adam, ese film turco en el que el Santo y el Capitán America, se las veían contra un Spiderman la mar de cabroncete. El film furula en versión original por la mula, cuándo termine el curso por correspondencia de Turco, me pongo a verla como loco.

Un saludo maestro

2:58 p. m.  
Blogger superdiscochino said...

Lamentablemente poseo la copia que circula por la mula, de calidad ínfima. En esas condiciones me cuesta reunir las ganas suficientes para dedicarle un comentario. Pero, quién sabe.

Un saludo.

3:45 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Esta es otra de las que me llama la atención desde hace tiempo para bajarme de la mula, pero sin subs se me hace muy cuesta arriba decidirme. La de 3 DEV Adam la tengo así en V.O con la cálidad de visionado castañiense y de momento no me atrevo a visionarla.Eso sí estupendo post SD.

4:31 p. m.  
Blogger superdiscochino said...

Miu, de Kilink hay dos versiones disponibles. Una sin subtítulos y otra con subs en inglés. Un inglés muy sencillito, añado. Lo único malo es que se dejan alguna que otra frase por traducir.

Un saludo.

5:03 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Gracias SD,al menos con subs en inglés sencillo me enterare de algo, tomo nota para cuando tenga de nuevo interness en casa que deseando estoy de que sea pronto. :-(

5:08 p. m.  
Blogger Unknown said...

Meka: Amí me pone de los nervios el turco, además esa película tenía una calidad horrenda, y entre pitos y flautas ni siquiera la pase a CD, paso a mejor vida y punto. Hasta que no la remasterizen, u/o le saquen los subtítulos, yo no la veo! xDD

6:43 p. m.  
Blogger Hijo Tonto said...

Hay una versión de 2001. Si no es turca es de por ahí.

Esta salió remasterizada en deuvedé hace poco y es bella. Sí. Creo, eso si, que es un error establecer análogias con Santo. Santo es mexicano, el Killink italiano.

Pasese por http://elefantes_rosas.blogia.com para más información fotonovelística.

10:58 p. m.  
Blogger superdiscochino said...

¿Por qué es un error? Dejando aparte las diferentes nacionalidades de origen, que quedan claras cuando indico que Killing es un fumetti, el esquema tanto de una película media de El Santo como el de esta de Kilink es idéntico.
Si hasta los interludios a base de manporros parecen calcados...

10:25 a. m.  
Blogger Hijo Tonto said...

Pero vea las diferencias, hombre, cuando en un lugar estan haciendo Killink en el otro estan haciendo Operaciòn 67. A Funciona de diferente manera, creo. A mi no se me hacen muy parecidas, es màs, creo que levan una estructura similar en la medida que es la estructura de las fuentes pero, si es por eso, Foul Kimg es calcada de Santo contra los cazadores de cabeza.

6:14 p. m.  
Blogger superdiscochino said...

Bueno, quizás haya sido una comparación superficial.
Indiscutiblemente usted sabe mucho más sobre El Santo que yo, así que me fío de su criterio.

Un saludo.

7:58 p. m.  
Blogger Hijo Tonto said...

no me exagere, por dios.

11:40 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

I say briefly: Best! Useful information. Good job guys.
»

2:03 p. m.  

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