13.5.06

Pero, ¿quién es Drácula? (8)

Darian Caine
Lust for Dracula (Tony Marsiglia, 2004)
Sexy Adventures of Van Helsing (Max Von Diesel, 2004)

En efecto. No es necesario que se revisen la vista. Tal y como da a entender la foto de arriba, Drácula está interpretado por una mujer. Hecho que no resulta tan extraño como pudiera parecer en el contexto de una de las más insólitas adaptaciones de la novela de Bram Stoker, pues la confusión de géneros es parte capital de su leiv motif. No sólo el Príncipe de las Tinieblas cambia de cromosomas, sino que Jonathan Harker también adquiere apariencia femenina manteniendo, tal y como demuestran los comportamientos de ambos personajes, su identidad masculina.
Al menos eso se colige durante gran parte de la historia, porque al aproximarse a la conclusión la perturbada esposa de Jonathan, Mina Harker (Misty Mundae en el papel en el que se encuentra más cómoda), se sorprende al desnudar a su marido y comprobar que tiene tetitas. Pero considerando que a estas alturas ya nos hemos rascado la cabeza con incredulidad hasta hacerla sangrar, su reacción podría significar cualquier cosa.

El encuentro entre Drácula y Mina se produce en circunstancias singulares. La joven se despierta a medianoche y se asoma al balcón de su casa para descubrir al vampiro (completamente desnudo/a, como en la mayor parte del metraje) de pie en su patio, mirando a la luna fijamente. Confusa le pregunta qué hace allí y Drácula le contesta que es el limpiador de piscinas haciendo su trabajo (!). Por supuesto, de ahí a compartir fluidos corporales tan sólo median unas cuantas líneas de diálogo.

Este Drácula es inmune a la luz del Sol, siente aprensión por las vestimentas pero no por los crucifijos, padece serios problemas de dicción (culpa de la propia Darian Caine, no de los siempre incómodos colmillos) y sufre una de las muertes más patéticas que recuerde en un filme basado en el personaje de Stoker (¡estrangulado!, ¡Dios!).

Lust for Dracula es un título con el que la compañía Seduction Cinema exploró la loable intención de acercarse a un mercado “serio”, distinto al nicho al que van dirigidas sus producciones habituales. Sin embargo, y a pesar de contar con alguna idea muy aprovechable, la indefinición, mezclando sin compasión interminables secuencias de sexo softcore, gotas de humor adolescente y un repelente tufillo arty, acaba por pasarle factura y lo que podía haberse convertido en una memorable rareza se queda en esto último.

Caine repetiría papel en la lúdica Sexy Adventures of Van Helsing.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Que chica mas mona.

12:59 p. m.  

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