13.5.07

Purgatorio


CARNIVAL OF SOULS

Herk Harvey, 1962

Candace Hilligoss
Frances Feist
Sidney Berger
Art Ellison

3,5/5


Mary Henry pasea en coche con unas amigas cuando es retada a una carrera improvisada. La fortuna no se halla de su parte, pues al pasar por encima de un viejo puente la conductora pierde el control del vehículo que cae en picado al río.
Más tarde, una patrulla de rescate casi da por perdida cualquier esperanza de rescatar a las chicas con vida y, sin embargo y para sorpresa general, Mary emerge de entre las aguas intacta. La muchacha se encuentra visiblemente desconcertada y no es capaz de explicar cómo ha conseguido sobrevivir al accidente.

Transcurrido un tiempo prudencial, una Mary totalmente recuperada retoma su carrera como organista de iglesia aceptando un trabajo en Utah. Desde el mismo momento en el que abandona la ciudad algo comienza a ir mal... A una sensación de extrañeza indescriptible se le suman las puntuales apariciones fantasmagóricas de un siniestro hombre vestido de negro. Por si fuera poco, ocasionalmente se producen periodos de tiempo en los que ningún transeunte es capaz de verla o escucharla.
La joven cree volverse loca por momentos en su desesperación. No obstante, es posible que exista una salida a la encrucijada personal que atraviesa, pues intuye que la solución a tan espeluznante engima está oculta tras las puertas de una feria abandonada.

Carnival of Souls es un modesto filme, una pequeña película como tantas otras rodada a principios de los años 60 con la finalidad de rellenar programas dobles y triples. Sin embargo, en esta ocasión el paso de las décadas no ha hecho más que jugar a su favor hasta el punto de que en la actualidad está considerada como un tesoro del cine de terror.
Dirigida por Herk Harvey con un presupuesto por debajo de los veinte mil dólares, ínfimo incluso para los productos de serie B de la época, la obra cuenta con una elegante fotografía en blanco y negro que exhibe un singular efecto espectral entre otras virtudes. Un buen ejemplo de que existiendo talento e imaginación las limitaciones pueden incluso constituir un estímulo, si bien la producción posee algún aspecto menos cuidado como podría ser el brusco montaje.

En cualquier caso, Carnival of Souls logra transmitir sensaciones susceptibles de hacer erizar el vello de la nuca del espectador, no tanto por el desarrollo de su argumento (extremadamente ingenuo para los estándards de hoy en día) sino más bien por la combinación entre la, en ocasiones, surreal imaginería visual y una inquietante banda sonora compuesta por piezas de órgano que resuenan incómodas por entre las cavidades del sistema auditivo.
Las apariciones del Hombre Fantasmal, interpretado por el propio Herk Harvey, conservan su poder de fascinación gracias a la original puesta en escena más que por su capacidad para el espanto.

Otro de los aciertos de la película se centra en la convincente interpretación de Candace Hilligoss. Viéndola actuar, uno supone que habrá llegado a desarrollar una fructífera carrera como starlette en cintas de autocine (entiéndase como un elogio, por favor). Nada más lejos de la realidad, puesto que apenas suma la participación en un filme posterior, The Curse of the Living Corpse (1964), a modo de engrose dentro de su curriculum.
Respecto al personaje que encarna, Mary Henry, cabe destacar lo inusual de su personalidad. Cuando lo habitual en una película de terror común es presentar a un protagonista con el cual podamos simpatizar (y a ser posible empatizar), aquí se nos ofrece un retrato frío y reservado de ser humano por el cual se siente indiferencia. Mary se muestra remarcablemente distante con el género masculino, haciendo gala de una asexualidad poco recomendada si se pretende mantener el interés de los asistentes a los drive-ins, público al que iba dirigido este celuloide.
Especialmente significativa es la escena en la cual la muchacha, absolutamente aterrorizada, prefiere rechazar los avances amorosos de un pretendiente y en consecuencia quedarse sola a merced de sus pesadillas a entregar sus labios a un hombre.

Este peculiar elemento funciona dentro del contexto de la historia como un factor más de una ecuación de incógnitas compensadas, de tal equilibrio que no cuesta mucho hacer la vista gorda ante el previsible final, muy entroncado en la tradición de la coetanea serie televisiva Twilight Zone. En Carnival of Souls no todo está calculado, el desarrollo de las operaciones podría estar mejor especificado, pero el resultado, lo que cuenta al fin y al cabo, es el correcto.
Buena nota, pues.

4 Comments:

Blogger Hellhammercito said...

Que te me has adelantado, me encanta ésta película y tenía pensado reseñarla en mi blog, aunque tu crítica es muy buena.
Totalmente de acuerdo con que el tiempo ha mejorado el film, una pequeña joya del cine de terror a rescatar, con elementos que recuerdan al cine expresionista alemán, y con un airecillo que me evoca algunas veces a posteriores películas dirigidas por David Lynch.
DE OBLIGADA VISIÓN
¡¡Saludos!!

12:14 p. m.  
Blogger FHNavarro said...

Tiene muy buena pinta!!

Un saludo

5:46 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Existe una Excelente canción del mismo titulo del Excelentísimo grupo Saviour Machine, como no he visto la película, no sabría si están relacionadas, aunque tiene el mismo ambiente lugubre que describe.

12:02 a. m.  
Blogger Disipated Kid said...

Yo me la pille las navidades pasadas en el Corte Sajon porque la conocia de oidas y me engancho las fotos y el comentario de atras del deuvedele, el cual tiene un precio bastante razonable.

Completamente de acuerdo y si, aunque el final es previsible, en este caso no importa pues la historia va de cabeza desde el minuto uno a acabar así y la travesia por la que nos lleva el director a mi me resulto muy fascinante con sus momentos, como comentas, escalofriantes incluidos y hacia tiempo que no me escalofriaba yo asi.

Excelente post como siempre.

9:35 a. m.  

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